Para nadie es un secreto que hoy en día uno de los temas más sonados y el centro de conversación de muchas reuniones en el mundo es el del emprendimiento. Su vecino es emprendedor… o, al menos, dice serlo. Alguien en su familia quiere serlo; seguramente cansado del trajín del día a día, las largas jornadas (como si los emprendedores no tuviéramos que trabajar horas extra e incluso sábados y domingos) y los trabajos aburridos. Todos tenemos un amigo emprendedor: bien sea que le maneja los negocios al papá o al tío, o los heredó, que de verdad creó su propia empresa, o que anda metido de lleno en alguna de las tantas redes multinivel actuales (muchas de las cuales, por cierto, pueden ser una exitosa opción de emprendimiento).

Sin embargo, detrás de ese mundo, algunas veces un poco misterioso e incomprendido, del emprendimiento, hay muchas herramientas y situaciones que nos pueden ayudar en el camino hacia el tan anhelado éxito en los negocios. Sin importar si usted ya es un emprendedor prominente y logró vender su primer millón de dólares, o apenas está empezando en la búsqueda de su camino de emprendedor, el tip sobre el que vamos a hablar hoy es de vital importancia y es, quizás, uno de los más fáciles de cultivar para cualquier emprendedor.

Mantener su red de contactos

Hace unas semanas viajé a Nueva York, cosmopólita y seductora ciudad, cuna de muchos emprendimientos y de multimillonarios negocios. Era un viaje corto; no iba a estar más de 3 días completos en la ciudad, sin embargo aproveché para coordinar una cita con un buen amigo y ex-compañero de trabajo de P&G. No nos veíamos hace, quizás, más de 4 años, y la última vez que nos habíamos sentado en serio a tomarnos algo, disfrutar de una buena charla y hablar de todo un poco, había sido hace más de 6 años.

Sin embargo, habíamos mantenido algún contacto mínimo por Facebook y, de cualquier manera, no habíamos perdido el rastro.

Cuando supe que iba a estar en Nueva York durante algunos días, mi esposa me dijo «¿Y por qué no aprovechas y te ves con Peña»? Realmente no se me había ocurrido antes pero sonaba como una excelente idea, no solo por el hecho de reencontrarnos, retomar la amistad y saber en qué andaba ahora cada uno (nuestras vidas han cambiado bastante desde que fuimos practicantes en P&G), sino porque, gracias a Facebook, también tenía en mente que Peña andaba en Nueva York haciendo su MBA, después de que había trabajado un tiempo en McKinsey. Ambas cosas me causaban curiosidad y me parecía muy interesante poder hablar con él al respecto.

Contacté a Peña por Facebook, confirmamos la información de Whatsapp, y nos pusimos en contacto. Quedamos en hablar apenas yo estuviera, efectivamente, en Nueva York para coordinar qué hacer. Digo efectivamente porque con mi trabajo nunca se sabe dónde uno vaya a terminar…

Efectivamente llegué el miércoles en la madrugada y, luego de algunas horas de un merecido descanso, nos pusimos en contacto. Evaluamos algunas opciones y decidimos vernos en Manhattan, a eso de las 7:00 pm (deliciosa hora para el fin del verano estadounidense) y comer en un buen lugar, mientras compartíamos una amena charla y algunas Saporo.

La noche se quedó corta para actualizarnos en lo que cada uno andaba; después de todo eran casi 6 años sin una buena conversación, pero hicimos nuestro mejor esfuerzo. Gracias a la charla, me enteré de que Peña estaba realizando su MBA en el Columbia University, una de las más prestigiosas instituciones del mundo para este tipo de maestría. Una de las motivaciones principales de Peña para tomar la decisión de dar semejante paso académico fue, precisamente, la del emprendimiento.

Durante la charla Peña me contó también cómo, con el ánimo de conocer mejor el proceso creativo y de desarrollo de aplicaciones, se ha interesado por la programación y el tema digital y tecnológico, e incluso que matriculó algunos cursos de programación en Python. Uno de los lenguajes de programación más usados del mundo y uno de los principales en temas Web (por ejemplo Google lo usa en gran parte para muchos de sus sistemas y desarrollos). Además, mi lenguaje de programación favorito. Durante mi etapa en la universidad, como estudiante de Ingeniería de Sistemas y Computación, no hice sino disfrutar de la programación en Python. La gran mayoría de proyectos los realicé en dicho lenguaje e incluso fui monitor durante varios semestres en cursos de programación que lo usaban como lenguaje principal.

La conversación fue migrando un poco hacia lo relacionado con el emprendimiento, la tecnología y lo digital, y las enormes oportunidades de negocio que existen en nuestro país (Colombia). No solo en negocios de base tecnológica o digital, sino de muchas otras opciones. También hablamos, precisamente, de la gran importancia que tienen los contactos en el mundo actual, sobre todo cuando de temas de emprendimiento y negocios se trata. Durante su MBA ha tenido la oportunidad de conocer gente de todo el mundo y de todos los backgrounds y bagajes.

De hecho, fue gracias a los contactos, hace algunos años, que precisamente el mismo Peña me pudo ayudar a resolver una de las situaciones laborales y personales más complejas que me haya tocado vivir hasta ahora en la vida. Será quizás contenido para otro post.

  • Utilice todos los medios posibles: Si bien es cierto Linked In es la red para los contactos profesionales, muchas veces Facebook o Whatsapp pueden resultar mucho más efectivos y cercanos y, créame, es mucho más fácil conectarse con alguien a quien hace mucho tiempo no ve por Facebook, que genera más cercanía, que por Linked In.
  • No deje enfriar las relaciones: Si siente que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que habló con uno de sus amigos, o lleva meses o años sin saber de alguien, siempre será un buen momento para llamarlo y saludarlo, preguntarle cómo está, en qué anda y qué ha pasado. Incluso, podría simplemente escibirle un correo o dejarme un mensaje privado en cualquier red que usted sepa que esa persona utiliza de manera activa..
  • Aproveche las oportunidades, por mínimas que sean: quizás los viajes de trabajo son cortos, y en muchas ocasiones no dan tiempo ni siquiera para hacer turismo, pero un buen café y una conversación de un par de horas puede ser suficiente para reactivar esos contactos con los que hace mucho tiempo no habla.

La moraleja de esta publicación es: Cuide de su red de contactos, manténgala activa y no desperdicie la más mínima oportunidad de reunirse con viejos amigos para actualizarse y saber en qué anda cada uno. Hoy en día hacerlo es muy sencillo: tiene Whatsapp y Facebook. Incluso está LinkedIn si cuenta con un perfil y si sus intereses son realmente serios y profesionales.

Usted nunca sabe, quizás de una de esas conversaciones termina saliendo su próximo socio, CEO o inversionista ángel. Lo peor que puede pasar es que termine la noche disfrutando de una buena conversación, un buen clima, algunos deliciosos bocados de sushi y una que otra cerveza.